El balcón

Por aquí, a esto le llaman terraza. Que parece que sea más. Pero no, es un balcón, un balcón grande pero balcón al fin y al cabo. A los balcones pequeños por aquí también los llaman terraza. Igual que el tema de los adosados: A los adosados les llaman chalés. Que también parece que sea más. Muchos sabéis de lo que hablo.

Bueno, a lo que vamos: El balcón.

Era un desastre, durante muchos meses tras mudarnos fue un trastero al aire libre. Los azulejos que sobraron de la reforma, la botella del abono y la jarra que uso para regar las plantas, las macetas y la tierra de reserva, las pinzas de la ropa, el cubo y los mochos (o fregonas que las llaman aquí), y sin sitio para los tendederos. Todo tirado por ahí. Y el toldo rajado, primero un poco rajado y al final tan rajado que salía volando.

Y el verano pasado lo arreglamos todo, básicamente tirar un montón de trastos, cambiar la lona del toldo e instalar dos armarios de exterior que compramos del LM. Todo eso lo hicimos entre finales de julio del año pasado y principios de agosto, cuando los niños ya estaban con los abuelos y pudimos dedicarnos un poco más. Y luego nos fuimos de vacaciones y entre pitos y flautas se me pasó escribir esta entrada.

Algunas de estas fotos son del año pasado y otras son de hoy mismo. Se aprecia cuáles son cuáles por cómo van creciendo las plantas. Tengo sobre todo cactus y otras plantas crasas, que me gustan mucho y se cuidan bien,

Aquí van las fotos del antes y después:

Así estaba el balcón al principio, nada más llegar al piso. Había un armario de dormitorio, un poco raro. 

También había unas patas de mesa que no tenía arreglo y una cajonera con trastos. Lo tiramos todo. A la izquierda se ve la antigua puerta de salida al balcón que tenía tres hojas pero sólo dos carriles (con lo que la apertura máxima era una hoja), y con cristales malos, Esa puerta la cambiamos también durante la reforma por una de tres hojas y tres carriles, como es normal, y cristales aislantes. También se ve a la derecha la crásula que ya estaba en la casa con los dueños anteriores, y que los meses de la reforma lo pasó fatal porque nadie se acordó de regarla.

Aquí, ya aseado. Estos son los armarios que compramos del LM. En el de la izquierda están guardados todos los azulejos que nos sobraron de la reforma, por si algún día nos hacen falta. Y en el de la derecha, las cosas de las plantas, las pinzas de la ropa, la aspiradora grande y el cubo y los mochos. Y entre el armario de la derecha y la pared dejamos un hueco donde caben plegados los dos tendederos para tender la ropa.

Esta es mi aloe vera, el año pasado. Este año está mucho más grande, y no hace más que sacar hijos.

Panorámica, tendederos con ropa tendida incluidos. Es del año pasado. La crásula ya tiene mejor pinta.

Parte de la derecha. Panorámica de hace un rato, con el toldo bajado. Que hace un calor que pa qué.

Mis plantas, hace un rato.

Parte de la izquierda, hace un rato. Tengo una schefflera, una drásena que se seca por unos sitios y brota por otros, y y de nuevo la aloe vera de antes. La planta de la derecha no sé lo que es, es una crasa que crece como tubos como si fuera una cabeza con melena, con una especie de orejas picudas por todos los sitios. En el hueco del centro ponemos los tendederos.

Y así se ve el balcón desde dentro del comedor. La moto era del niño y ahora es de la niña, de vez en cuando la usa. El otro día se la llevó al cole porque hicieron un circuito en el patio, con señales de tráfico y todo.

Y esto es lo que hay. Me gusta de mi balcón que es bastante grande y se seca la ropa muy bien, menos en pleno invierno que lo que hacemos es tender dentro de casa. Y que lo puedo ver desde el sofá del comedor, y que tiene una repisa llena de plantas. También tiene un enchufe que creo que no hemos usado nunca, a lo mejor algún día compro una tira de luces de led y las planto, en plan chill-out. Y una barra de bar para servir mojitos.

Bueno, eso último no.